No sé si os importará mi vida, pero allá voy...
Subía yo tranquilamente a mi cuarto para, ya sabéis, "hacer los deberes" entre muchas comillas. Así que encendí el ordenador y me puse a pensar en una idea para el blog y conectarme al buscar información sobre los verbos en francés. Pero cuando fui a encender el ordenador no se encendía. Pensé "qué raro, si lo cargué anoche". Así que puse el cargador y se encendió normal, excepto porque no se me encendía la lucecita roja que indica que está cargando, y que no me aparecía el icono de la batería. Me asusté ya un poquitirriquitirriquillo, porque no era normal, así que me puse a buscar en internet. No encontré nada, así que pensé "bueno, ya estará cargado". Quité el cargador, y se apagó en el acto. "Me ha pasado lo mismo que al de mi clase, sólo podré coger el ordenador cuando esté enchufado, nunca más me lo podré llevar a ningún sitio, habrá que repararlo, será caro"... Y entre estos pensamientos desesperados miré por casualidad en la parte de atrás y lo vi...
La batería.
Que estaba desencajada.
La desencajé y la lucecita verde que indicaba que el ordenador ya había cargado se encendió. Mi primer pensamiendo, literalmente, fue "Cómo adoro la vida". De verdad... ¡¡Soy TORRRRRRPE!! Y mira que se me dan bien los ordenadores ¬¬
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Y sí, estaba aburrida... ¬¬ |
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¡¡No olvides dejar un comentario si tú también tienes algún trauma informático!!
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